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jueves, 12 de abril de 2012

Enriqueta Martí, la vampiresa de Barcelona

La vida de Enriqueta Martí bien podría pasar por un guión al más puro estilo del cine de terror.La vampira del carrer de Ponent o la vampira de Barcelona como era conocida, son apelativos que a mi forma de ver se quedan cortos para hacer referencia a una mujer como la siguiente.
Enriqueta nace en San felíu de Llobregat en 1868.De muy joven, se traslada desde su ciudad natal hacia Barcelona donde trabajará como niñera pero pronto comienza a ejercer la prostitución, tanto en burdeles como en lugares dedicados a esta actividad como solían ser los muelles y otras calles de la Barcelona de la época.En1895 se casa con un pintor llamado Joan Pujaló, pero el matrimonio fracasó por, según Pujaló, la afición de Enriqueta por los hombres, su carácter extraño, falso, impredecible y sus continuas visitas a casas de mala vida. A pesar de estar casada, ella no dejó de frecuentar los ambientes de prostitución.
Enriqueta Martí


Enriqueta llevaba una doble vida. Durante el día mendigaba y pedía en casas de caridad y conventos, vistiendo harapos y llevando en ocasiones niños de la mano los cuales. hacía pasar por sus hijos. Posteriormente, los prostituía o los asesinaba. No tenía ninguna necesidad de mendigar ya que su doble trabajo como proxeneta y prostituta le daban suficiente dinero para vivir sin problemas. Por el contrario,de noche se vestía con ropas lujosas, sombreros y pelucas, y se dejaba ver en el Teatre del Liceu y otros lugares donde acudía la clase acomodada de Barcelona.
Al mismo tiempo que hacía de proxeneta, también ejercía la profesión de curandera. Los productos que utilizaba para fabricar sus remedios eran restos humanos de las criaturas que mataba, desde niños de pecho hasta criaturas de 9 años. De esos niños lo aprovechaba casi todo, la grasa, la sangre, los cabellos, los huesos (que normalmente transformaba en polvo); por esta razón no tenía problemas para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas.
Fachada del Liceo, en La Rambla..

Enriqueta ofrecía sus ungüentos, pomadas, filtros, cataplasmas y pociones, especialmente para curar la tuberculosis, y todo tipo de enfermedades que no tenían cura en la medicina tradicional. Gente de clase alta pagaba grandes sumas de dinero por estos remedios.Las noticias de la desaparición de tantos niños en la zona, rápido se extendió por la ciudad,lo que propinó que las gentes se pusieran en guardia.

El 10 de febrero de 1912 secuestró su última víctima: Teresita Guitart Congost. Durante dos semanas todo el mundo la buscó y, en esta ocasión, hubo una gran indignación popular ya que se demostraba que el temor de la población era cierto y que las autoridades habían sido extremadamente pasivas con este tema. Sería una vecina cotilla,la que encontraría la pista de Teresita. El 17 de febrero vio una niña con el cabello rapado mirando desde una ventana del patio interior de su escalera. El piso era el entresuelo del número 29 de la Calle de Ponent. La señora nunca había visto a esa niña. La pequeña jugaba con otra criatura y Claudia le preguntó a su vecina cuando la vio aparecer por la ventana si esa niña era suya. La vecina en cuestión era Enriqueta Martí, que le cerró la ventana sin decir una palabra.

Como vecina cotilla que era,comentó el hecho al colchonero de la misma calle con quien tenía amistad y le hizo saber que sospechaba que esa pequeña era Teresita Guitart Congost. El colchonero se lo hizo saber a un agente municipal, José Asens de las sospechas de lo que pasaba en el piso de Enriqueta y éste, a su vez, se lo comunicó a su jefe, el brigada Ribot.
Con la excusa de una denuncia por tenencia de gallinas en el piso, el brigada Ribot y dos agentes más fueron a buscar a Enriqueta.

Cuando entraron los policías, encontraron dos niñas en el piso. Una de ellas era Teresita Guitard Congost y la otra una niña llamada Angelita. La Teresita fue devuelta a sus padres, después de haber declarado. Explicó cómo en un momento en el que se alejó de su madre, Enriqueta se la llevó de la mano prometiéndole caramelos, Enriqueta le cortó los cabellos y le cambió el nombre por el de Felicidad, diciéndole que no tenía padres, que ella era su madrastra y que así debía llamarla cuando saliesen a la calle. La mal alimentaba, con patatas y pan duro, no le pegaba pero sí que la pellizcaba, y le había prohibido salir a las ventanas y balcones
Garrote Vil.


La declaración de Angelita fue más aterradora. Antes de la llegada de Teresita a casa había otro niño, de cinco años llamado Pepito. Angelita declaró que vio como la que ella llamaba mamá, lo había matado en la mesa de la cocina. Enriqueta no se dio cuenta que la niña la había visto y Angelita corrió a esconderse a la cama y hacerse la dormida.
En el piso de Ponent también se encontraron cosas curiosas: un libro muy antiguo con tapas de pergamino, un libro de notas donde había escritas recetas y pociones con una caligrafía muy elegante, un paquete de cartas y notas escritas en lenguaje cifrado y una lista con nombres de familias y personalidades muy importantes de Barcelona.

Enriqueta fue encarcelada en la prisión "Reina Amàlia" en espera de juicio. Intentó suicidarse cortándose las venas con un cuchillo de madera, cosa que hizo estallar la indignación popular porque la gente quería que Enriqueta llegase al juicio y fuese ajusticiada en el garrote vil.


 Pero Enriqueta nunca llegó a juicio por sus crímenes. Un año y tres meses después de su detención y pasada la indignación popular, llegó su muerte. Sus compañeras de prisión la mataron linchándola en uno de los patios del penal.
Enriqueta en las publicaciones de la época

Se sospecha que secuestró a un número indeterminado de criaturas. En el momento de su última detención se encontraron en su piso del barrio del Raval  y en diferentes pisos de Barcelona donde había vivido, los huesos de un total de doce niños. Los forenses tuvieron mucho trabajo ya que quedaban pocos restos y consiguieron diferenciar un total de doce niños. Enriqueta es posiblemente la asesina en serie más mortífera que ha habido en España. Si se llega a saber cuantas criaturas llegó a a secuestrar y matar, la cifra probablemente se dispararía.



3 comentarios:

  1. Una historia digna de escribir en una novela estilo non-fiction, a lo Capote. Siniestra ella y siniestra la vecina cotilla, figura más que extendida en la sociedad actual.

    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Pues no te equivocas, como de costumbre Marc.
      Ya que la historia cuenta con varias novelas una película o incluso una obra de teatro!
      Saludos
      Jose Mendez

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  2. Saludos Didark, gracias por tu comentario.

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